SAN CLAUDIO 2008

Aqui va la de San Claudio del pasado 7 de octubre de 2008.

" Domingo 5 de Octubre. Vallekas, Madrid. 11 de la manana. 10 km.
Los hermanos Ramirez son los unicos en presentarse a esta prueba, los 10 mas duros del circuito madrileno. Aqui los tiempos no importan, el objetivo es terminar, no pararse, no ceder ante los mas de 3,5 km de cuestas que tiene el recorrido. Una carrera bonita, con sabor a barrio, tan solo 800 participantes ya que solo a unos pocos les gusta sufrir, nivel alto, poco cuerpo serrano y mucho galgo, sin chip, codazos y empujones para poner el pie lo mas cerca posible de la linea de salida. La organizacion: excelente.
Mario y Javier, bien colocados en tercera fila, salieron dispuestos a lidiar con el primero de la tarde: 2 km de subida para entrar en calor. Duelen las piernas. Interminables. Javier asume su papel de favorito y hace de liebre. Mario se convierte en su sombra. Al final de la subida, 2 km en mas de 11'. En el km 6, tras 4 km de infarto, ponen las cosas en su sitio y la media marca menos de 5' el km. Durante el 6 y el 7, siguen la estela de la mujer de Willow y la mujer de Conan, liebres improvisadas a las que acaban machacando. En el 8, con las piernas cansadas, renqueantes aun del domingo anterior, segundo de la tarde: subida de 1,2 km.
El factor mental hace su aparicion; no se ve el final de la subida. En el km 9, al grito de 1 km para la meta Mario se pone en cabeza. Sale de su madriguera y tira con fuerza. Se gusta. Se ve bien. Se notan sus zapatillas nuevas. En el 9,2 el rompepiernas finaliza y Mario aprieta, ataca.
Javier aguanta, hace la goma, mide sus fuerzas. No esta acostumbrado a que le ataquen. Por fin alguien le planta cara. 800 metros para el final y no se ve la meta. A 500 metros de la meta una curva cerrada. Mario mete la quinta seguro de tener la victoria en su mano. Antes de llegar a la curva algo llama les la atencion. La gente se para, bajan los brazos, las manos en las rodillas, lamentos. Al otro lado de la curva, a tan solo 500 metros de la meta, cuando todo parece terminar, cuando miras tu crono para ver que tiempo puedes hacer, cuando ya te ves bebiendo algo, lo que sea, pero fresquito, esperaba el infierno. 500 metros de subida. Subida no, de rampa. Mas que Vallecas parecia San Francisco. Final en alto...y la meta sigue sin verse. Mario acusa el golpe y duda. Javier, justo detras, ve su momento. La mejor defensa es un buen ataque. Saca fuerzas no se sabe de donde, toma el interior de la curva, y nos regala uno de los mejores momentos del atletismo en los ultimos anos. Como alma que lleva el diablo inicia un sprint suicida cuesta arriba. Clava las puntas, tracciona, los gemelos se le salen, el resto de corredores a los que deja atras observan atonitos la demostracion de fuerza del que es sin duda el mejor corredor de todos los tiempos. Los ultimos 100 metros de Javier son interminables, no hay fuerzas, no queda nada, vacio, la inercia hace que entre en meta muerto, desinflado, sin respiracion, pero primero, campeon, nada nuevo, lo de siempre, lider, la dictadura continua, parando el crono en 50'37". Mientras Mario nada puede hacer. Sube bien, a su ritmo, pero no es suficiente, y de nada sirve lo hecho durante los 9,5 km anteriores. En 500 metros pierde 26 segundos, parando el crono en 51'03".
Matricula de honor: a Javier. De nuevo valiente, dando espectaculo. Pura fuerza, puro nervio, con dos cojones, y si sale mal y se clava en plena rampa la conciencia tranquila por haberlo dado todo, pero cuando hay calidad nada puede salir mal. Destacar que es el unico que en 6 semanas ha corrido tres de 10, y en las tres se ha impuesto.
Sobresaliente: a la organizacion del evento, al recorrido.
Notable: al servicio de ropero. Ni un segundo de cola
Aprobado: a Mario. Por fin hizo algo, o lo intento, ataco, se le vio mas fuerte. Pero no fue suficiente. Es el Guti del running, la eterna promesa. Seguiremos esperando.
Suspenso: a los medios de comunicacion. Atosigaron a fotografias en meta a Javier dificultando su recuperacion, y a Mario tambien, al estar junto a Javier.
Y en menos de 2 semanas...Alfonso y Jon vuelven a calzarse las zapatillas. El espectaculo esta servido.