A diferencia de otros años, este 2012 hemos corrido muchas menos carreras de lo habitual. Desde el subidón de Canillejas con mi mmp (derroa a Javi, incluida) y tras ver en Akiles que la forma seguía ahí, el objetivo era Getafe. Entre medias acepté el reto de Mariano en SSV. Estaba escocido desde su última rajada en Canillejas, y tenía ganas de callar muchas bocas.
Yo como estaba crecido acepté y fui a correr muy crecido. Salimos muy fuertes con vencido de que tarde o temprano doblaría la rodilla. No fue así, en el km 2,5 me atacó y se largó como una exhalación. Yo mantenía en ese momento un ritmo inferior a 4:10 y estaba convencido de que si lo mantenía le cogería y aplastaría....No fue así, ni mantuve el ritmo que se fue cerca de 4:20, ni le cogí, ya que él si mantuvo el ritmo anterior. Acabé en 43:35 y Mariano lo había hecho en 42:38, no solo me había ganado sino que había mejorado mi marca.
He de reconocer que me dolió muchísimo. Pero me armé de valor y volví a entrenar fuerte.... pronto llegaría Getafe.
Y llegó, en Getafe el reto era doble, el calentón de Vallecas me pedía, me obligaba a cetrarme en machacar a Mariano, la lógica, la planificación me hablaba de conseguir una nueva marca personal ganando a Javi. Ambos objetivos implicaban dos estrategias distintas: Mariano flaquea a partir del km 15 y llevarle a ese km cansado era esencial; Mariano no podía pasar del km 16 con nosotros o corríamos el riesgo de llegar a los ultimos metros con el, y allí Mariano es más rápido. Con Mariano la mejor estrategia era imponer un ritmo exigente , sin flaquear hasta que se descolgase. Con Javi debería compartir la responsabilidad de marcar el ritmo, a la espera de que alguno pinchara y poder atacar...
La táctica de marcar un ritmo alto era la que podía cumplir con todos los objetivos. Así, me impuse correr entre 4:35 y 4:40 de media con la idea de bajar de 1:40 y ganar a ambos. (con un par...)
Fui muy escrupuloso con el ritmo y cada vez que se acercaban a decirme que íbamos rápido, veía que estaba resultando, les llevaba con la lengua fuera...Lo cierto es que yo iba acojonado. El ritmo cardíaco se situó entre las 165 y 170 ppm; al principio imponía, pero al ver que cuando el terreno era más favorable bajaba rápido hacia las 165, me demostraba que estaba recuperando y que por tanto no iba al limite.
En el km 15 Mariano reventó, tal y como lo había previsto; yo hasta el km 17 no me di cuenta de que estábamos Javi y yo solos; en ese momento estaba al limite, el ritmo lo situamos por debajo de 4:30 hasta el fin. Javi se acercó a decirme que Mariano ya no estaba, que iba a reventar mi marca....yo sinceramente pensé que Javi estaba muerto y que pedía árnica. A mi no me quedaba nada, pero decidí no bajar el ritmo hasta el final. Fue en el ultimo km donde, Javi pegó el tirón.....me pilló de sorpresa, a mi primera reacción las piernas no fueron y cuando conseguí reaccionar....ya estaba lejos, quedaba mantener la distancia.
Entré en 1:37:38, la marca me tenía en una nube y lo cierto es que la sed acumulada de venganza contra Mariano, unido a su piquecillo al llegar a meta, prometiendo venganza, me
saciaban...
No me costó reconocer la genial maniobra de Javier, ya que la realidad es que la marca de ambos, se debía a mi planteamiento de carrera.
Habrá que esperar para cobrarme ese cinturón, quizá sea en Torralba, tras el verano, ya veremos. Ahora hay que centrarse en el Maratón.
Cambiamos Sevilla por Barcelona, al recibir la invitación a este Maratón de su principal patrocinador, Zurich.
Esto implicaba alargar casi un mes la preparación, y lo cumplimos a rajatabla. Hemos mantenido los 4 dias de entrenamiento, con cinco tiradas de 30 km y un mínimo de un día de series fuertes a la semana....
Veremos....
