Llegamos a Barcelona el sábado por la tarde, Julián, Mariano y yo, con el tiempo justo para visitar la feria del corredor antes de que cerrara. Luego pasamos por el hotel y nos fuimos de cena con Javier. Cenar en un italiano antes de un marathon, es un placer. Nos pusimos ciegos. Volviendo al Hotel Julian, Mariano y yo decidimos tomar un Gin Tonic para dormir bien. Otro Placer...
El despertar fue distinto. Sorprendentemente el Hotel Tryp Apolo, a pesar de estar muy cerca de la salida (menos de 2 km) increiblemente, no tenía adelantado el horario del desayuno. Buscamos por la zona y encontramos un lugar perfecto donde desayunar bien.....primer problema solucionado; no habría más.... y es que el Maratón de Barcelona, nos cautivó a todos. La organización no tuvo ni un solo pero, fue impecable. Desde aquí nuestra enhorabuena a la ciudad y a la organización.
En la salida nos juntamos con Javier, Sergio y conocimos a Charo (que acabaría en 3:28.....buf). Los objetivos eran distintos. Javier y yo saldriamos juntos para intentar acabar en 3:38, a ritmo de 5:12. Julian, Mariano y Sergio buscarían bajar de las 4 horas.
Ya desde el principio, me empeñé en buscar un buen sitio de salida y nos situamos los primeros del cajón. La primera sorpresa agradable es que se iba lanzando la carrera sin prisas, por oleadas, bien separadas de forma que al salir ibamos solos sin nadie delante; un placer, ya que desde el primer km marcas tu ritmo y te relajas. Fue facil coger un ritmo entorno a los 5:10 que con avituallamientos se situó en 5:12. La primera parte de la carrera sube hacia en Nou Camp y la humedad era alta. Yo sudaba mucho y el dia apuntaba a caluroso. Por eso me propuse beber bien en cada avituallamiento, y como me costaba beber, bajaba el ritmo hasta acabarme cada botella. Asi hasta el medio maratón.
Allí tomamos el primer gel. Ibamos fenomenal; sobre todo lo notaba en el pulso que se mantenia en el entorno de las 160 ppm. Sin embargo al llegar el km 25, me empecé a notar los gemelos muy cargados....yo procuraba pensar en otra cosa, como siempre que te aparece uno de los mil dolores de una maratón. Pero iba a más, me daba la sensación de que se me ba a subir el gemelo y así decidí parar a estirar, Javi siguió y ya no volvería a verle. En ese momento solo me preocupaba mi gemelo izquierdo. La sorpresa es que al estirar no lo notaba tenso, eso me dio algo de ánimo y volví a la carrera; no veía a Javier, pero tampoco era plan de ponerse a tirar....volví poco a poco y no me costaba moverme en mi ritmo de carrera, de hecho aun parando piqué el km en 5:50. Subiendo hacia la Torre Agbar pasé el peor momento; se me volvió todo negativo, el dolor no cesaba y empecé a ver peligrar el maratón....fue terrible. Sin embargo conseguía mantener el ritmo medio en 5:14. Con un sufrimiento terrible llegué al km 32, allí me tomé el 2º gel y decidí de algún modo que si hasta allí había aguantado mi gemelo, debía aguantar hasta el final. Al parar en el Avituallamiento, volví a estirar y de nuevo no noté nada raro en ese gemelo en comparación con el otro. Así me lancé. Piqué todos los km siguientes cercanos a 5 min el km; iba lanzado....La animación era alucinante, y yo buscaba liebres que me llevaran. La media iba bajando rápido hasta situarse de nuevo en 5:12...lo estaba consiguiendo. La sorpresa fue llegar al km 40 y ver que el reloj marcaba 3:30....No me lo podía creer, debía correr lo 2 km 190m en menos de 10 minutos....Sería difícil, pero me enrrabieté y fuí a por todas, el km 41 lo piqué en 4:45, los cuatriceps me iban a estallar pero seguí hacia delante...iba pidiendo paso, lanzado; en el km 42 vi que marcaba el reloj 3:40...así que me relajé y entré en meta en
3:41:17.
Muy contrariado a pesar del tiempo logrado. Javi llegó en 3:38:59. Le tuve cerca y quizá el no llegar con él me dolió. Es ridículo, pero es lo que hay.
Ahora con el tiempo me doy cuenta de lo injusto que fui conmigo mismo. Pero la sensación de haberlo dado todo, de haber sufrido y de no tener la recompensa esperada o buscada me cegó.
Julián, Mariano y Sergio llegaron en 4:10, el calor les pasó factura. Pero al final todos disfrutamos y en el caso de Sergio, se había estrenado con éxito.
Ahora tocaba descansar para volver a disfrutar en Madrid 3 semanas más tarde.
