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martes, 16 de noviembre de 2010

ZARAGOZA 2010 4º MARATÓN

Dicen que la experiencia es un grado. Si he teminado este maratón (el cuarto) ha sido por eso. En Bilbao (2º maratón) aprendí a sufrir... a sufrir de verdad. Mapoma 2010 (3er Maratón) lo preparé con dolores continuos que unido a un objetivo excesivamente ambicioso (sub 4h) y a un calor serio,me puso un muro tremendo en el km 30 aproximadamente. Zaragoza se presentaba de otra manera. La mejor preparación con tres tiradas de 30 km y un medio maratón (Valladolid) 5 semanas antes en el que había mejorado mi marca en 6 minutos, me hacían ser otimistas. Los últimos 15 dias he tenido que para por una contractura muy dolorosa en el gemelo derecho. Pero no debía ser excusa. El perfil era plano y además podría salir con Javi y Julián, lo cual hace más entretenido el esfuerzo.


En este maratón lo habíamos planeado todo minuciosamente: Ave el sábado prontito, con la vuelta el domingo casi a las 18h. Hotel oficial a 100m de salida y meta y con late check out a las 15:00h. Pero siempre se aprende algo nuevo y yo aprendí a que no debes cebarte en exceso antes de un maratón si no lo haces habitualmente. Comimos pasta, siesta y de nuevo pasta en la cena me llevron a la cama con un insomnio provovado por una digestión brutal a la que no tengo habituado al cuerpo. Para más inri a las 6:30 intentamos desayunar algo. A las 8:30 salíamos del hotel y nos encontramos con un cielo despejado y 13 grados de temperatura, inmejorable.

La idea era salir los 3 a 5:30 e ir viendo como nos encontrábamos. Los objetivos: Javier mejorar sus 3:52 de mapoma 2010, Julián acabar rondando las 4 h para desquitarse de su lesión en su estreno del pasado Mapoma; En mi caso quería bajar de una vez de las 4h y para ello, en contra de los cánones que te indican correr en progresivo, prefería llegar a los 30 km en 5:30 y luego reducir el ritmo teniendo asegurado el objetivo.

Los 5 primeros km cayeron unos segundos por debajo del objetivo; llamaba la atención que a pesar del ritmo, eramos prácticamente los últimos. El globo de las 4h iba lanzado... Yo ya tuve un primer aviso al ver que las pulsaciones se movían por encima de las 160ppm, lo cual era muy alto para estar empezando. Hasta el km 15 seguíamos por el centro y iba viendo como mis pulsaciones se acercaban peligrosamente a las 170 ppm. Javi se marchó en el km 10 pero estuvimos viendole casi hasta el 20. Quizá en estos km debí tomar la decisión de aplacar el ritmo bajando incluso a los 5:50 y si tuviera que tomar la decisión ahora lo haría sin dudar. Sin embargo la experiencia de la media de Valladolid, donde me tiré cuchillo y no reventé en ningún momento a pesar de ir en el alambre, me hacía creer que aguantaría hasta el 30...quizá 25 y luego regularía.


Llegando al 20 Julián me propuso regular aflojando hasta el 30 y luego valorar la situación; pero yo ni caso, le dije que mejor lo hiciéramos en el 25. Pasamos la media en 1:57, ahí tuve el primer bajón, pero lo achaqué a una cuesta y no le dí importancia. Los siguientes km rodean la expo en una zona muy desprotegida donde el cierzo soplaba en condiciones; es un carril ici que bordea el rio durante unos 4 km. Aquí Julián tuvo su bajón y yo , de nuevo, en lugar de regular, seguí lanzado. Quería llegar cuanto antes al km 30-32...pero se haría más largo de lo que pensaba. Llegué al 25 con un grupo en el que rodábamos sobre los 5:45 y a mi me costaba mantener el ritmo, temía descolgarme y hundirme, estaba seguro de que tarde o temprano recuperaría. En el km 28 entrábamos

en la Expo, donde daríamos vueltas durante casi 8 km y donde viviría un auténtico calvario. Ya en avituallamiento del 30, al que llegué con un Julián recuperado, me paré a beber y comer. Decidí, tras comentarlo con Julián, dejar el gel que me quedaba (el otro lo tomé en el km 21) para el km 32 o incluso el km 35. Sin embargo aquí me pegó el primer pajarón, Julián siguió hacia delante y yo, esta vez acertadamente, decidí regular hasta recuperarme. Lo primero que hice fue tomarme el gel, pero me quedé solo y eso hace muy dificil mantener un ritmo. Julián poco a poco de marchaba y yo me movía solo con un viento terrible a ritmos de 6:30 o superiores. Así pasé los siguientes 7 u 8 km. Hasta que enfilamos la vuelta al centro, no volvía recuperar el ritmo; me unía dos corredores

de un club catalán y poco a poco volvía ver a Julián y a acercarme poco a poco. Esta vez el terreno era favorable y se veía el final. Yo iba roto, pero era capaz de rodar a un ritmo decente, siempre superior a 6 min pero decente, dada mi condición física en ese momento. Cogí a Julián cerca del km 37 y en el 39, cruzando el último puente hacia el centro de la ciudad le dejé. El último km fué espectacular, entraba solo, con la calle llena de gente animando...una pasada, así que incrementé el ritmo para adecentar algo el trote. En ese momento me pegó un tirón el gemelo izquierdo, algo completamente nuevo para mí, que me devolvió a mi trote cochinero. Si paraba en ese momento echaba a perder todos mis cálculos para mejorar mi marca de 4:12, así que me olvidé de todo y traté de

llegar a meta decentemente. Al final 4:10:59 netos, mi mmp (mejor marca personal) pero muy por debajo de cualquier previsión previa. El trato en meta fue como en todo el maratón, increíble. La labor de los voluntarios en este maratón es digana de enmarcar. Te hacen sentir, de verdad especial; seguamente influye que somos menos que en Madrid, pero también fue así en Bilbao y el trato fue penoso (de la organzación,claro).

Con el hotel a 200 metros de meta, enseguida estabamos en la ducha y aún nos quedaba una hora para descansar en la cama, antes de dejar la habitación sobre las 3 para ir a comer. Tras una comida ligera (el cuerpo no pedía tralla) fuimos a la estación del Ave para poder ver a Alonso antes de oger el tren de vuelta.

En definitiva, un fin de semana redondo. Otro maratón acabado, mejorando marca y aunque mi espectativa era mucho mayor, ya habrá tiempo de reventar el crono. Como siempre acabé el maratón diciendo que no volvería a correr otro, pero ya en el tren de vuelta estabamos planeando los dos maratones del 2011. A dia de hoy parece seguro que correremos BERLIN en Octubre y MAPOMA en Abril, pero esos planes merecen una entrada nueva. Ahora toca descansar y planificar la nueva temporada que como todas tendrá el Trofeo Akiles, San Silvestre y Paris como carreras de 10 km antes de empezar con las medias madrileñas en Getafe.

La conclusión es que le había perdido el respeto a la maratona, y ella solita me ha puesto en mi sitio. Espero haber aprendido.

Un saludo